Historia

RESEÑA HISTORIA DE LA IGLESIA “PRÍNCIPE DE PAZ”
Por: Noemí Mota Salas
San Pablo Oztotepec, 28 de Junio del 2008




Trataré de narrar como se inicio la obra evangelística en este amado pueblo.  Los datos que doy los recibí de mi mamá, la Sra. Francisca Salas que fue sobrina del Sr. Domingo Salas que por gracia de Dios fue el primer cristiano de este lugar.
Dicho señor Domingo era amigo del Sr. Rivera, abuelo de los actuales dueños de la casa Rivera que al igual que antes es una tienda.
Cierta ocasión, aproximadamente en el año 1895, el Sr. Domingo pasó a visitar a su amigo y lo encontró envolviendo su mercancía con las hojas de un libro, ese libro era una Biblia que no sabemos como llegó a manos del Sr. Rivera, Don Domingo era amante de la lectura, por lo tanto le pidió a su amigo que le prestara el libro, el le dijo que se lo regalaba; ya en su casa, el Sr. Domingo se dedicó a leer y se fue dando cuenta que muchas cosas que le habían enseñado en la Iglesia Católica no eran como lo decía este libro.
Pasado algún tiempo vino a la Iglesia del pueblo un sacerdote a invitar a los que quisieran ir a un viaje a la Tierra Santa, les dijo que el pasaje no les costaría, solo debían llevar algo de dinero para gastos menores y su ropa.  Don Domingo se animó para ir y el día que le indicaron se presento en la Iglesia de Loreto que aun existe en la Ciudad de México, allí encontró a otras personas que también deseaban hacer el viaje; después de un tiempo de espera, llegó un sacerdote y los hizo pasar a un cuarto de dicha Iglesia y les dijo que debían tener una preparación espiritual, entonces les dio latigazos a cada uno y les dijo que se golpearan unos a otros y que al rato el volvería para indicarles donde podían descansar y al día siguiente (domingo) comenzarían el viaje. Paso mucho tiempo, llegó la noche y allí en el piso se acostaron y el cura no regreso.   
Al amanecer estaban muy molestos y cada uno se regresó a su casa; pero el Sr. Domingo se puso a caminar sin rumbo fijo sin pensar que Dios tenia algo especial para el; vangado así llego a la calle de San Juan de Letrán y le llamó la atención que en un lugar cantaban muy bonito, se detuvo a escuchar, quería entrar pero dudaba si sería bueno o no, de pronto vio a un anciano que entró llevando de la mano a un niño, entonces pensó, si fuera malo este señor no llevaría a ese niño, olvidó su duda y entro.
Se quedo en la parte de atrás, le gusto mucho lo que escucho, y cuando termino todo, algunos lo saludaron y el que había predicado se dirigió a el, platicaron de como fue que llego a ese lugar que era nada menos que “El Divino Redentor” que mas tarde se paso a la calle de Argentina y que muchos conocemos.
El pastor de nombre Arcadio Morales se interesó mucho por el Sr. Domingo y le prometió venir a San Pablo Oztotepec a seguir hablando de la palabra de Dios.
Quedaron de acuerdo para cierta fecha, y llegado el día Don Domingo fue a Huipulco a esperarlo y lo trajo montado en un burrito hasta este lugar donde ya lo esperaba los hermanos de Don Domingo con sus familias y algunos amigos, así fue como comenzó a escucharse el mensaje de salvación.
El Sr. Morales vino otra ocasión; la congregación fue aumentando, se reunían en casa de del Sr. Domingo, no se que tiempo después, el Sr. Macario Mota y su esposa Francisca Salas prestaron un cuarto de su casa para celebrar los cultos y fiestas navideñas.
No es un dato seguro pero como por el año 1942 los creyentes se propusieron comprar un terreno para construir su templo.
El trabajo fue lento; pero lo lograron con la ayuda de Dios que movió los corazones de personas de otras Iglesias que aportaron su cooperación.
La presidenta del comité para construcción fue la maestra Rosa Salas, sus colaboradores fueron el profesor Felix Villagrán, la profesora Esther Salas de Macías y los hermanos que tenían mucho entusiasmo como para realizar los trabajos que fuera necesario hacer, entre ellos recuerdo al señor Esteban Galindo, Fructuoso Castro, Macario Mota, Gumercindo Meza, Juan Zendejas y otros que por el momento no están en mi memoria. 
Cuando todavía se celebraban los cultos en la casa del Sr. Mota, los hermanos compraron el piano, que en años mas recientes se regalo a la congregación “Vida Eterna” del pueblo de Santa Cecilia Tepetlapa, ese piano fue traido por un camión de redilas, lo mas duro fue el camino de San Pedro Actopan a San Pablo; pues no había carretera para ningún lado; lo protegieron con zarapes y el chofer tuvo mucha paciencia para llegar hasta la casa del Sr. Mota, lugar donde permaneció hasta el mes de Enero de 1948 día en que se iniciaron los cultos en lo que hoy con tanto gusto igual que ese día llamamos: “Príncipe de Paz”.
Al escribir esta historia mi corazón se llenó de emoción y profunda gratitud para mi “Padre Celestial” por haberme permitido ser acogida en la casa de Doña Pachita (así le decían de cariño) y de Don Macario Mota.  Fue en esta familia donde aprendí a amar a Dios, es lo mejor que me ocurrió al vivir aquí.
Anexo a estos datos la copia del acta de la formación o reorganización de la primera Sociedad Femenil.  El original lo encontré en una libreta de notas perteneciente a la Sra. Francisca Salas de Mota.
Espero que lo que aquí narre sea para animarnos a seguir fieles en la obra del Señor, confiando en su promesa de que estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.
En el amor de Cristo, su hermana
Noemí Mota Salas de Vázquez